SYDNEY OPERA HOUSE
- Ale Mocobono
- 9 abr 2021
- 3 Min. de lectura
"Muchas personas dicen que mi diseño fue inspirado por los yates de vela del puerto o por conchas marinas. Este no es el caso. Es como una naranja, si pelas una naranja obtienes estos segmentos, formas similares a estas. Fue así en mis modelos. Yo no pensé que deberían ser como velas en el puerto. Dio la casualidad de que fueran similares." -Jorn Utzon

Tras obtener el triunfo en un concurso internacional, en 1959 iniciaba el arquitecto danés Jorn Utzon la construcción de su controvertido edificio de la Opera House de Sydney, en Bennelong Point, en la idea que el mismo arquitecto definía como «de gajos de naranja». Los extraordinarios complejos problemas de ingeniería a los que tuvo que hacer frente Utzon provocaron el retraso en la realización del proyecto, que el ingeniero había anunciado finalizar en tres años y con un coste de tres millones de dólares australianos, cuando el edificio se concluyó quince años después de su inicio, con un coste total de 102 millones de dólares. Utzon había renunciado al proyecto ya que la calidad del sonido interior del edificio no correspondía a su espectacularidad exterior.
El edificio, que se estructura bajo una serie de cascos marinos, alberga varios complejos teatrales, todos ellos organizados sobre ejes de centralidad y axialidad. Tiene más de 1.000 salas, la mayoría de ellas dedicadas a estudios de música, con una capacidad para más de 5.000 personas cómodamente sentadas.
La construcción consta de dos elementos claramente diferenciados. Una base maciza y unas cubiertas sobre ella de aspecto ligero. La primera es, de hecho, el edificio propiamente dicho y distribuye todos los espacios de servicio: camerinos, salas de ensayo, almacenes, oficinas y biblioteca.
Está concebido como un zócalo para la cubierta superior, pero también se ha interpretado como una gran meseta elevada sobre la que se “sirve” el espectáculo, y su plano superior, completamente horizontal, sólo se rompe para conformar las gradas del público de las dos salas –una para ópera y otra para conciertos- y para permitir el acceso puntual desde debajo por escaleras. Esta explanada superior se dobla a la calle en forma de gran escalinata, en toda su anchura.
Todo el edificio zócalo es anguloso y recubierto de piedra oscura, con lo que se da una. imagen de solidez tectónica. Incluso las aberturas practicadas parecen haber sido hechas después de construir las fachadas, de manera que la misma piedra se levanta formando una visera a la ventana.
La otra parte del edificio, la cubierta, consiste en una serie de conchas triangulares apoyadas en un vértice y abiertas hacia arriba como retando a la estabilidad. Estas conchas cubren los tres espacios de concurrencia pública: el teatro de ópera, el auditorio para conciertos y el restaurante. Cada una de las salas se cubre con cuatro parejas de valvas y el restaurante con dos parejas.
El planteamiento plástico de estas cubiertas responde a criterios opuestos a los de la parte inferior: se trata de superficies curvas, blancas, brillantes y que representan una idea de fragmentación contraria a la idea unitaria del zócalo.
Estas ideas directoras del edificio eran muy claras desde la presentación del proyecto al concurso hasta el final de la obra. Durante la ejecución material fue muy difícil para Utzon mantener la fidelidad a ellas por parte de todos los agentes implicados en el proceso. La necesidad de trabajar con formas calculables y que se pudieran construir por piezas no se ajustaba fácilmente a una forma salida del gesto y de la imaginación.
Modelado 3D



Modelado: Alejandra Martínez Mocobono
Programa: Rhinoceros 6
Herramientas: Polilínea, Extraer, Partir, Curvas, Puntos de control, Mover, Unir, Superficie a través de 2, 3 o 4 bordes, Reflejar, Desfasar superficie.
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